Las roscas plásticas en una marina flotante son importantes para evitar la corrosión galvánica, un proceso que ocurre cuando dos metales diferentes están en contacto en un ambiente húmedo o salino, como el agua del mar. La corrosión galvánica puede dañar gravemente las estructuras metálicas, afectando tanto su durabilidad como su resistencia estructural.
Al usar roscas plásticas, se eliminan los componentes metálicos en contacto directo con el agua, evitando así el circuito que produce la corrosión galvánica. Las ventajas de las roscas plásticas incluyen:
Resistencia a la corrosión: No reaccionan con el agua salada ni producen corrosión, lo cual alarga la vida útil de la estructura.
Menor mantenimiento: Las conexiones de plástico no requieren tratamientos anticorrosivos ni mantenimiento constante.
Ligereza: El plástico es más liviano, lo cual facilita la manipulación y reduce el peso total de la estructura.
Compatibilidad: Las roscas plásticas son compatibles con otros materiales sin riesgo de dañar su integridad.
Por estas razones, optar por roscas plásticas en una marina flotante es una excelente medida para preservar su estado y evitar costos adicionales de reparación.